¿Es posible que el dinero público inicialmente previsto para la construcción de viviendas sociales se pierda en operaciones de tipo especulativo mediante productos altamente volátiles?. En Canarias, al menos, sí.
La noticia no nos puede dejar indiferentes si nos planteamos la distancia que existe entre los objetivos de la empresa pública Viviendas Sociales e Infraestructuras de Canarias, cuya finalidad consiste en coadyuvar en la política social mediante la promoción de viviendas de protección oficial para las familias con menos recursos y jóvenes, y el destino de 2,1 millones de euros que se han volatilizado en productos financieros conocidos como "swaps".
Es de suponer que la decisión de dedicar estos fondos a tal destino fue hecha con la mejor intención, quiero suponerlo, pero, una vez más, se comprueba que el fin no justifica los medios.
Una vez más, vivienda y negocio van de la mano, pero en esta ocasión desde una empresa pública que debería estar mucho más preocupada por la creciente demanda de vivienda pública y la decreciente oferta de la misma.
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